Es imperioso que las victimas estén en igualdad de condiciones con los imputados.

Que el principio sobre "igualdad entre las partes" que establece el Código Procesal Penal se cumpla, porque las "partes intervienen en el proceso en condiciones de igualdad. Para el pleno e irrestricto ejercicio de sus facultades y derechos". La realidad es otra y es muy penosa.

El Ministerio Pública debe contar con los recursos y medios para facilitar la investigación y reunir todos los elementos de pruebas que permitan a la víctima presentar con fundamento sus pretensiones.

Además, requerimos que el Ministerio Público no siga a merced del poder político, que se declare su total independencia, que no haya inclinación ni llamadas que contaminen los procesos, que los hechos sean los que hablen y los responsables, no importa la condición socioeconómica o estatus social cumplan con sus responsabilidades.

A diario se "caen" procesos porque no tienen fundamentos, los elementos de pruebas no son suficientes para que los jueces puedan castigar a los que delinquen y aplicarle una condena ejemplarizadora.

Al celebrarse el Día del Poder Judicial es oportuno llamar a todos los actores de la justicia dominicana y que nos aboquemos a garantizarle el respeto de los derechos de la víctimas, que se le de un trato justo y adecuado, que la víctima cuente con abogados capacitados y condiciones optimas para hacer una excelente defensa.

El momento es oportuno para que el Estado dominicano asuma su responsabilidad y a través del Ministerio Público  se le garanticen sus derechos a los que son víctimas de una sociedad que está en franca desintegración, que ha perdido la confianza en nuestra justicia.   Pero nunca es tarde para remediar y para tomar las acciones puntuales que puedan repercutir positivamente en cada ciudadano.

 A los jueces que actúen con total independencia y pulcritud, que la balanza de la justicia no se incline hacia ningún lado en particular ni por motivos espurios que solo generan indignación en la sociedad.

Que los avances que hemos logrados en los últimos diez años continúen fortaleciendo el Poder Judicial, para que al final todos podamos sentirnos orgullos de vivir en la Patria que fundo Juan Pablo Duarte.

Manos a la obra y que el todopoderoso nos ilumine y nos lleve por el camino correcto que demandan los nuevos tiempos.