Doctor Walter Encarnación
Querer es poder y siempre se puede, decía Orison S. Marden. El viernes 10 de agosto, asistimos por un tiempo a la rendición de cuentas de su noble gestión y testimonio, en acatamiento a la Constitución y a la ley 82, del prestigioso doctor en medicina Walter Encarnación, en el auditorio mayor del Instituto Politécnico Loyola, gran universidad en la gloriosa ciudad de San Cristóbal.
El doctor Encarnación es director regional de Salud y presta loables servicios en la zona de San Cristóbal y Valdesia, con esmerada capacidad, civismo, honradez, dedicación, integridad, a toda prueba a favor de nuestra comunidad y diversos sectores al cónsono con las frases de E. Everest, en el gran reloj del tiempo solo hay una palabra: ”ahora”.
La labor de este galeno ha sido extraordinaria, actuando como misionero del bien y a favor de cientos y miles de personas, especialmente pobres, humildes, necesitados, ávidos de recibir manos, mentes, consuelo y diferentes exámenes, orientación y las adecuadas medicinas, aptas y acordes con las enfermedades y situaciones en que viven y atraviesan aquellos que escribía el poeta y amigo Juan Sánchez Lamouth: ”Son tan pobres los hombres, mujeres y obreros de mi pueblo, que se levantan por la mañana, con un ¡ay Dios mío! en los labios, y se acuestan con un rayo de sol en el estómago”.
El doctor Encarnación presentó también una interesante y emotiva exhibición en colores y cuadros bien diseñados como parte de la realización de su labor, la cual fue del agrado del público y autoridades civiles, militares, de Amet, policiales, ciudadanas y ciudadanos, funcionarios y empleados públicos, privados, instituciones y entidades diversas, que se deleitaron cual pentagrama del espíritu, al dar a conocer su gestión, la cual fue muy aplaudida y bien comentada y todavía continúan tales conceptos.
Ofrece una excelente ejemplaridad a sus superiores, a San Cristóbal y al país, que comenta el gesto de un verdadero servidor público del Estado, digno de emular.
Este humanista, quien cumple con el juramento hipocrático y las normas sustantivas de la Nación, se acompaña de un brillante y capacitado equipo de profesionales médicos diversos, y un staff de empleados y empleadas que, junto a él, también desarrollan una eficiente labor, y esa mañana, después de algunos años, saludamos a una de las jóvenes empleadas, quien me recordó a una amiga de ambos residente en España de la cual ansioso espero su llamada, gracias a tan gentil compueblana.
El director Regional de Salud, ayuda, construye y transmite, la sabia de su apostolado a municipios, comunes, barrios, sectores en cumplimiento de su deber y responsabilidades. Lo felicitamos de todo corazón.