Conferencia del Episcopado pide sanción para religiosos pederastas y perdón al pueblo
La Conferencia del Episcopado Dominicano confirmó hoy que la situación que se ha presentado sobre los presuntos abusos sexuales contra niños por parte de sacerdotes y el ex nuncio apostólico Jozef Wesolowski, “preocupa y avergüenza a los obispos y a la Iglesia Católica en sentido general”.
En un documento público firmado por el presidente de la Conferencia y arzobispo de Santo Domingo, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, la iglesia afirma que no se puede justificar lo que no puede tener justificación y pidió perdón a las posibles víctimas “de los desalmados que han abusado de ellos y a sus familiares”.
El documento fue leído por el secretario general de la Conferencia, el padre Carmelo Santana Jerez y el secretario adjunto, padre Joaquín Domínguez. Mientras que el padre Manuel Ruiz habló en representación del cardenal López Rodríguez.
La Conferencia pidió también perdón al pueblo dominicano, señalando que está contemplando ese lamentable espectáculo con incredulidad e indignación.
En el documento, el cardenal López Rodríguez pidió a la justicia dominicana que actúe con firmeza, en base a investigaciones serias y que se establezcan las sanciones que están previstas en el Código Penal.
“Quien haya actuado mal, que se atenga a las consecuencias de sus actos, responsablemente, afirmó el cardenal refiriéndose a las acusaciones públicas que se hacen contra el nuncio Wesolowski y el padre Juan Manuel Mota de Jesús ,de La Vega.
Asimismo, señaló que el Episcopado tiene urgencia de purificar a la iglesia sacando del ministerio a quienes lo ejercen indignamente y no merecen llamarse sacerdotes. “Y en este punto, pido con la mayor sinceridad la colaboración de los auténticos sacerdotes, que son la mayoría, y también de la comunidad eclesial”.
El documento fue leído en una rueda de prensa este mediodía en la sede de la Conferencia del Episcopado en la avenida Bolívar.
Según el documento, la Conferencia lamenta que en las últimas semanas la opinión pública ha sido reiteradas veces sacudida con vergonzosos hechos escenificados en varios pueblos del país por miembros de la Iglesia Católica, de quienes se debe esperar y exigir otro tipo de conducta.
“Nos consta que muchas personas, sobre todo de fe sencilla, están observando con preocupación y profunda tristeza el presente cuadro y me han pedido decir una palabra frente a esta confusión y descredito”, dice el cardenal en el documento.
Por otra parte, el cardenal señaló que el problema del escándalo se agrava porque hay un número indeterminado de “supuestos comunicadores”, pero que en realidad son profesionales de la intriga, cuyo único afán es lucrarse con el pago que les ofrecen sus patrocinadores, quienes se ceban en denostar a la Iglesia Católica.
En la rueda de prensa también hablaron varios dirigentes católicos y algunos padres de los niños que supuestamente habían sido abusados por el nuncio y el sacerdote polaco Alberto Gil, que negaron que sus hijos durmieran junto con el nuncio en una casa de Juan Dolio.