Primero vivir y después filosofar
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,PRIMUM VIVERE ET DEINDE FILOSOFARE:
Primero vivir y después filosofar. Así sería la traducción de este frase que nos puede ayudar a entender el evangelio de este domingo. Es también lo que piensa Jesús.
El domingo pasado, conmovido por el hambre de la gente, recordamos el gran milagro de la solidaridad que hizo Jesús para que todos pudieran comer hasta saciar su hambre. Sabe muy bien Jesús que vivir es primero. El hombre no es realmente humano si no tiene cubiertas unas necesidades básicas que le permitan vivir con dignidad.
Pero sabe también Jesús que tener cubiertas las necesidades básicas, como salud, trabajo, vivienda, educación, el pan de cada día etc, no basta para ser realmente felices, para ser realmente humanos.
Nos perdemos de lo mejor si nos quedamos en lo material. Jesús dice a toda esa multitud que le sigue, y que se ha dado la hartura de pan y de peces, que trabajen “no por el alimento que perece sino por el alimento que perdura hasta la vida eterna”.
Y aquí “vida eterna” no la tenemos que entender como “la otra vida”, el cielo. Nuestra eternidad tiene que empezar aquí. Para ello lo que tenemos que hacer, nos dice Jesús, es que creamos en él porque eso es lo que Dios quiere.
Se trata de una petición sensata. Creyendo y siguiendo a Jesús podremos conseguir levantar nuestra mirada por encima de lo meramente material de este mundo. Nosotros, parroquianos de Costa del Este, en la mayoría de los casos, tenemos cubiertas sobradamente nuestras necesidades básicas y materiales. Tal vez nos falta aspirar “al alimento que perdura hasta la vida eterna” creyendo de una manera nueva y diferente en Jesús, una fe nueva que nos llevará también a una nueva manera de vivir la vida, una vida más humana.
Y algo más, aún sin tener cubiertas del todo nuestras necesidades básicas y materiales, alimentándonos con el pan que perdura hasta la vida eterna, podremos afanarnos mejor, y con más garantías, en el empeño por satisfacer lo material. Tan necesarias como el pan, la vivienda, el vestido, la educación la salud, etc, etc, son la alegría, la paz, la armonía, la libertad, la fraternidad, la amistad etc.
POR Miguel Angel Ciaurriz
- Por: OPINIONSURSUR -
Artículo: Primero vivir y después filosofar
,PRIMUM VIVERE ET DEINDE FILOSOFARE:
Primero vivir y después filosofar. Así sería la traducción de este frase que nos puede ayudar a entender el evangelio de este domingo. Es también lo que piensa Jesús.
El domingo pasado, conmovido por el hambre de la gente, recordamos el gran milagro de la solidaridad que hizo Jesús para que todos pudieran comer hasta saciar su hambre. Sabe muy bien Jesús que vivir es primero. El hombre no es realmente humano si no tiene cubiertas unas necesidades básicas que le permitan vivir con dignidad.
Pero sabe también Jesús que tener cubiertas las necesidades básicas, como salud, trabajo, vivienda, educación, el pan de cada día etc, no basta para ser realmente felices, para ser realmente humanos.
Nos perdemos de lo mejor si nos quedamos en lo material. Jesús dice a toda esa multitud que le sigue, y que se ha dado la hartura de pan y de peces, que trabajen “no por el alimento que perece sino por el alimento que perdura hasta la vida eterna”.
Y aquí “vida eterna” no la tenemos que entender como “la otra vida”, el cielo. Nuestra eternidad tiene que empezar aquí. Para ello lo que tenemos que hacer, nos dice Jesús, es que creamos en él porque eso es lo que Dios quiere.
Se trata de una petición sensata. Creyendo y siguiendo a Jesús podremos conseguir levantar nuestra mirada por encima de lo meramente material de este mundo. Nosotros, parroquianos de Costa del Este, en la mayoría de los casos, tenemos cubiertas sobradamente nuestras necesidades básicas y materiales. Tal vez nos falta aspirar “al alimento que perdura hasta la vida eterna” creyendo de una manera nueva y diferente en Jesús, una fe nueva que nos llevará también a una nueva manera de vivir la vida, una vida más humana.
Y algo más, aún sin tener cubiertas del todo nuestras necesidades básicas y materiales, alimentándonos con el pan que perdura hasta la vida eterna, podremos afanarnos mejor, y con más garantías, en el empeño por satisfacer lo material. Tan necesarias como el pan, la vivienda, el vestido, la educación la salud, etc, etc, son la alegría, la paz, la armonía, la libertad, la fraternidad, la amistad etc.
POR Miguel Angel Ciaurriz