Giovanny Cruz vuelve a escena este fin de semana en “El vestidor”, dirigido por Mario Lebrón  y acompañado por Exmín Carvajal, Yanela Hernández, Luvil González y Karoline Becker.

Aunque decir que vuelve es como si se hubiera ido y realmente Cruz es un artista que se mantiene trabajando en lo que le apasiona, y cuando no tiene que estar en escena está escribiendo o preparando proyectos en los que volverá a ser director.

Pero aún así se toma tiempo y se mantiene también actualizado con temas banales, como la farándula de las redes sociales. Pero no movido por el morbo como a la mayoría de internautas, sino con un fin analítico y teatral. “Hasta, suelo decir, que soy un experto en Amelia Alcántara (es que estoy escribiendo un personaje de una nueva obra teatral que se basa en ella)”, explica el veterano hombre de las artes escénicas.

Eso sí, como pensador y crítico social entiende el peligro que supone la sobreexposición en estos medios, que hacen parecer que vivimos en una especie de mundo transparente. Por lo que entiende que toca a cada uno autovigilarse ya que en esos espacios no hay control.

Claro que también sabe que hay quienes las usan para fines loables e importantes, pero es una minoría. “Si lo permitimos, las redes sociales podrían hasta atentar contra la institución familiar. “El daño que esas redes han hecho al lenguaje luce irreversible”, lamenta, y que por el derrotero que va esto, ve con pesimismo el futuro social y cultural del mundo.   

Momento del teatro local
Giovanny Cruz comparte la opinión de muchos otros dedicados a su oficio, de que este es un buen momento para el teatro en nuestro país, ya que nuevos espacios para presentaciones se han abierto, así como también opciones para la captación de público no habituado a ser espectador de este arte como Microteatro. “Pienso que la nueva figura del productor teatral (Exmin Carvajal, Gianny Paulino, Proa, Guloya, Guillermo Cordero, Cecilia García, Juancito Rodríguez, Patricio de León; etc) han ayudado a mejorar los aspectos profesionales necesarios en la escena nacional”, resalta Cruz, quien aplaude que los actores veteranos hayan logrado una muy importante madurez estética y que el relevo se esté convirtiendo en un presente extraordinario.

Pero, de igual manera, expresa lo que le falta al teatro local: la internacionalización. No ve como una limitación el hecho de que seamos una isla, sino un handicap que llevamos dentro, pese a tener el teatro más antiguo del continente.

“Es un teatro maduro que no es segundo de nadie en ninguna parte del planeta. Exportarlo sistemáticamente sería como una coronación”, asegura, y agrega a esta deficiencia la falta de una ley que como la del cine impulse la producción de artes escénicas, al entender que se lo merecen más que nadie. “Nuestra perseverancia cultural es la gran aliada de este país”, exclama.

Con muchos años en este oficio, Giovanny Cruz es un referente en el montaje de grandes espectáculos teatrales presentados en la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito, como “Amanda” o “El Sucesor”, Cruz está planificando un regreso de iguales magnitudes a la dirección.

Se trata de “Rebelión y suplicio de Antígonamota”, la cual asumirá inmediatamente termine con “El vestidor”, y además discute con productores de cine los guiones de “Amanda”, “El diablo ya no vive aquí” y “Un café frío en la calle El Conde”.

OBRA
Del montaje
“El vestidor”, de Ronald Harwood, llegará a la sala Ravelo del Teatro Nacional Eduardo Brito a partir de este viernes 23 de agosto. La pieza trata sobre relación que mantienen un consagrado actor inglés  (Giovanny Cruz) con su fiel vestidor, Norman (Exmín Carvajal).