La mayoría de vuelos previstos la mañana de este miércoles estaban despegando del aeropuerto de Hong Kong con normalidad, después de una caótica jornada en la que una protesta de los manifestantes prodemocracia obligó a suspender o anular cientos de trayectos.

Los manifestantes bloquearon dos terminales en el segundo día consecutivo de protestas en el aeropuerto, el octavo del mundo por número de pasajeros, que se convirtió en el nuevo blanco de las manifestaciones que sacuden Hong Kong desde hace 10 semanas.

La tarde del martes, los manifestantes impidieron el acceso de los viajeros a sus aviones, antes de que estallaran enfrentamientos con la policía antidisturbios fuera de la terminal y la emprendieran con dos personas a las que acusaron de ser espías o policías de incógnito.

Pero el miércoles al amanecer la mayoría de los manifestantes habían abandonado las instalaciones y los aviones empezaron a despegar con mayor normalidad.

La página web del aeropuerto mostraba que decenas de vuelos despegaron durante la noche y otros cientos aparecían programados a lo largo del miércoles, aunque muchos de ellos con retrasos.

Los mostradores de facturación funcionaban con normalidad y solo quedaba un puñado de manifestantes, muchos de ellos dormidos, constató un reportero de la AFP en el lugar.

No estaba claro si los manifestantes llamarán a nuevas protestas en el aeropuerto el miércoles. El movimiento de protestas prodemocracia de Hong Kong no tiene líderes pero es capaz de movilizar rápidamente a grandes cantidades de gente a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería.

Los activistas pusieron la mira en el aeropuerto, fundamental para la economía de este excolonia británica, luego de semanas de enormes concentraciones pacíficas --aunque cada vez con más enfrentamientos violentos entre radicales y policías-- con las que no lograron ninguna concesión de las autoridades de la ciudad ni de China