Uno de los fenómenos socioeconómicos que afecta a República Dominicana es la unión de menores con adultos. Dentro de las causas que permiten el matrimonio infantil se encuentra la pobreza.

Anita (nombre ficticio) es una jovencita de 14 años que reside en Loma de Cabrera en Dajabón, sus padres decidieron casarla con un reconocido dueño de fincas y agricultor para que la pequeña tuviese mejor calidad de vida, o al menos, eso piensan los tutores que apoyan el matrimonio infantil.

Anita debe fregarle a este hombre, plancharle la ropa (ni se imaginen qué pasaría con ella si lo hace mal), tiene que prepararle sus tres comidas y recibir en silencio sus maltratos porque “su esposo” la mantiene a ella, a sus hermanos y a sus padres.

Anita está esperando un hijo de este señor cuando en pocos meses cumplirá sus 15 años. Su vida ya no es normal. Tuvo que dejar la escuela, ya no juega con muñecas y se está dando cuenta que aun estando casada con un adulto que tiene dinero, no ha salido de la pobreza.

Estudio
En el país, la mayoría de las uniones tempranas surgen en la informalidad y corresponden a causas socioeconómicas y culturales, más que legales, según una investigación del Observatorio Político Dominicano de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode).

Datos arrojados por un reciente estudio de esta organización destacan que aparte de la pobreza, otros factores que inciden en las uniones con y entre adolescentes son el nivel de educación, la falta de oportunidades y las acepciones culturales respecto de la mujer y su papel en la sociedad.

En el documento del OPD, titulado “Matrimonio infantil: del concepto a la realidad dominicana”, se presentan otras informaciones. Una de ellas es que “en América Latina y el Caribe, la problemática más común es la unión temprana debido a efectos, tales como: embarazos en la adolescencia, mortalidad materno-infantil, deserción escolar, violencia de género y desigualdad social y de género”.

Las autoras de la investigación, Dilenia Medina y Janna López, señalan que los registros de la Junta Central Electoral (JCE) de matrimonios entre y con adolescentes mostraron una reducción desde el 2001 hasta el 2016, no significando esto una disminución real, sino un aumento de la informalidad de las uniones, por lo que la raíz del problema en el país no sería de índole legal.

La defensa
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) presentó en 2017 la campaña “La peor novela” para sensibilizar a la sociedad dominicana sobre el matrimonio infantil.

Un estudio del Banco Mundial y Unicef, plantea que las niñas que se casan tienen menos años de educación, más hijos, menos ingresos con que mantenerles, están más expuestas a la violencia y serán, casi con total certidumbre, madres adolescentes.

Afectados
“Esta grave forma de violencia de género no solo afecta a la niña y a su familia inmediata, también se roba parte de las posibilidades de progreso de toda la sociedad dominicana. El matrimonio infantil y las uniones tempranas limitan y condicionan todos los esfuerzos para combatir la pobreza, aumentando la desigualdad de la sociedad”, señala la publicación de Unicef.