Hace dos años la vida de Manuel Montilla, de 50 años, cambió. Recibió el diagnóstico de Insuficiencia Renal Crónica y empezó a dializarse, para lo cual le colocaron un catéter temporal en el cuello, que además de la  molestia y el riesgo de infección que provoca,  hacía que cada vez que salía a las calles las personas notasen que estaba enfermo.

Aunque su mayor deseo es poder recibir un trasplante renal, mientras tanto está más tranquilo luego de que en el hospital Padre Billini, donde se dializa, le hicieran en el brazo el procedimiento de colocación de la fístula arteriovenosa, que  es la vía de acceso vascular recomendada para ese tratamiento.

Dice que ahora sale y las personas le preguntan  que si se sanó, porque no le ven nada en su cuello.

“Ahora me siento mejor porque el catéter  provoca crisis de fiebre y mucho escalofrío”, dice Manuel al conversar con periodistas de Listín Diario mientras recibía el tratamiento en uno de los sillones de la unidad de hemodiálisis del hospital Padre Billini, donde se dializan 206 pacientes.

La directora del hospital, doctora Ruth Araujo, resalta que dentro de la política del centro todo paciente que cumpla con los criterios y protocolos de colocación de fístula arteriovenosa es sometido al procedimiento. De ahí que de los 206 pacientes en hemodiálisis ya 153 la tienen colocada para un 74%; 25 tienen catéter permanente y 28 catéter transitorio. Para ello, comenta la doctora, el equipo de cirujanos vasculares del centro desde el 2018 realiza jornadas dirigidas a elevar la calidad de vida de sus pacientes y que incluyo dos de  ellos tienen prótesis.

Explica que como el hospital está cerrado, esas intervenciones se hacen los martes y domingos en el Francisco Moscoso Puello.

Denuncia

Recientemente, la Asociación de Pacientes Renales Sendero de Vida denunció que el acceso a ese procedimiento para la colocación de la fístula arteriovenosa es un problema para los pacientes con insuficiencia renal debido al costo, lo que les obliga a utilizar catéteres temporales.

Ventajas

De acuerdo a la directora del hospital Padre Billini, la colocación de fístulas arteriovenosas que sustituye el catéter temporal se deduce en beneficios para el paciente y para el centro.

Esto porque reduce la posibilidad de infección, el flujo de sangre es más alto y se reduce la tasa de morbilidad y mortalidad.

En el hospital se han disminuido las demandas en el servicio de emergencia porque se han reducido las infecciones y los sangrados.

El catéter transitorio es más propenso a infecciones porque no se puede mojar  y si el paciente se descuida puede infectarse.

De los 206 pacientes que se dializan en la unidad del centro, el 68.4 por ciento es masculino y el 31.6% femenino con edades de 20 a 90 años. Dijo que el hospital trabaja para alcanzar los estándares internacionales. Para la fístula, se hace una conexión entre la vena y la arteria, los pacientes que no aplican son los que tienen venas muy finas.