Los hoteles del litoral Este están cerrando paulatinamente sus puertas, despidiendo personal, concluyendo con la estadía de los pocos turistas alojados y esperando los vuelos ferrys (charters) para retornar a sus países a los huéspedes alojados.

El sector hotelero, que compra cinco mil millones solo en rubros al sector agroindustrial, ha quedado duramente impactado por los efectos del coronavirus, según confirmó Ernesto Veloz, presidente de la Asociación de Hoteles de la  Zona Este, lo que se apreció en un recorrido realizado por periodistas de LISTIN DIARIO.

Lo que ocurre en Bávaro Punta Cana se extrapola a Bayahíbe. En estos destinos para el fin de semana y principio de la próxima, la estadía será mínima, sino nula.

Las situaciones que se presentan no solo son las pérdidas cuantiosas, sino lo que ha generado entre empleados y patronos de algunos hoteles, que en el caso del Majestic, implicó un enfrentamiento del personal con agentes de la Policía.

La planta hotelera quedará fuera de operación, según  confirmó quien lidera los hoteleros de la zona, la que paradógicamente apenas se reponía de los efectos de una descomunal campaña por la muerte de varios turistas y que proyectaba su recuperación para este verano.

Veloz confirmó que se esperan los últimos vuelos para trasladar los turistas varados, que según establecen los reglamentos, solo una línea por país está destinada para ello.

Al conversar con periodistas valoró, sin embargo, que debido a la buena disposición, el trabajo unido y coordinado de las aerolíneas, operadores y todo el sector, se podrá concluir esta tarea de forma adecuada.

Los empleos

Ernesto Veloz consideró que lo ocurrido debe dejar el aprendizaje sobre la necesidad de que los hoteleros trabajen unidos con el gobierno, a fin dar una respuesta a todos los colaboradores hoteleros que quedarán sin trabajo, por lo que debe ser enfrentado en consenso.

Consideró que el sector es uno de los más golpeados, debido a que sus 40 mil habitaciones concentran el 65 % del inventario de habitaciones de  la República Dominicana, de las que dependen 500 mil personas directa e indirectamente.

Entiende que paralizarse de la forma como se ha realizado implica una repercusión que debe atenderse con precaución.