Al computarse el 32.98% de los votos de las elec­ciones municipales de es­te domingo, el candida­to presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, pro­clamó anoche una victoria aplastante de esa organiza­ción y sus aliados en más del 70 por ciento de los municipios más poblados del país.

Cerca de las 11:30 de la noche Abinader reali­zó una rueda de prensa en su comando de campaña donde proclamó: “Hoy co­menzó el cambio. Pero este es solo el inicio”,

Con esta victoria pro­clamada por Abinader, la candidata del PRM, Caro­lina Mejía, se convertía en la primera mujer virtual ga­nadora de la alcaldía del Distrito Nacional.

Carolina es hija del ex­presidente Hipólito Mejía, y estaba siendo apoyada por el actual alcalde, David Collado En el último boletín de la Junta Central Electoral, Carolina Mejía. del PRM y aliados. figuraba con 56.28 por ciento, aventajando  a Domingo Contre­ras del gobernante Partido de la Liberación Dominica­na (PLD), que obtiene en ese boletín 34.41%.

La victoria

Abinader, proclamó que el PRM y aliados ganaron los comicios municipales de manera “contundente”. Di­jo que han ganado más del 70% de los municipios cabe­cera de provincias, lo que los convierte en el principal par­tido político del país.

“Hoy comenzó el cambio.  Pero este es solo el inicio”, explicó Abinader.

Aseguró que si los comi­cios presidenciales y congre­sionales hubieran sido ayer hubiese ganado cómoda­mente en una primera vuel­ta electoral.

Abinader destacó el triun­fo que obtuvo su partido en el Gran Santo Domingo, donde tienen amplia venta­ja en los principales munici­pios. En esta demarcación el PLD y aliados, hasta el mo­mento, solo tienen en su po­der Santo Domingo Norte   con el diputado Carlos Guz­mán. Al cierre de esta edi­ción, la dirigencia del PLD no había emitido opiniones so­bre los resultados electorales ni tampoco onvocado a en­cuentros con la prensa.

Pocos después de hablar Abrinader, lo hizo también Carolina Mejía , junto a Co­llado, en su comando de campaña donde dijo que vivía un momento muy es­pecial y que se sentía hon­rada y bendencida por la oportunidad que le esta­ban dando.