Montenegro es un país pequeño. Es el séptimo con menor masa territorial de Europa. Pero tiene las personas más altas del mundo, el cañón más profundo de todo el continente europeo y el Shkodër, el lago más grande de la Península balcánica.

Este pedazo de tierra llamó la atención del mundo cuando el 25 de mayo se declaró "país libre de coronavirus", tras 20 días consecutivos de pruebas con resultados solo negativos.

"¡Somos el último país europeo que registró un 'primer caso' de la COVID-19, y el primero que ha logrado desarraigar el virus!", declaró el ministro de la Salud, Kenan Hrapovic, en un comunicado oficial.

Pero más allá de esta libre de la pandemia, ¿cuáles riquezas tiene esta nación? Montenegro posee lo mejor de los dos mundos: puedes ir a nadar en el mar o esquiar en las montañas más altas.

Es un destino de 138,121 kilómetros cuadrados ubicado en el sureste de Europa. En su entorno está Croacia, Bosnia y  Herzegovina, Serbia (del que se independizó en 2006 ), Kosovo y Albania.

Durante el día los paisajes se convierten en postales de ensueño y en la noche estos se esconden para dejar ver a una metrópoli del entretenimiento.

La capital de Montenegro es Podgorica, una ciudad poblada por aproximadamente 150,000 personas.

No es usual que los turistas se queden en Podgorica para apreciar las maravillas de la naturaleza de este país. Una parte de sus monumentos y atracciones fue destruida en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Entre algunos de los puntos característicos de la ciudad están la Torre del Reloj, el monumento al rey Nikola e iglesias de diferentes religiones, cuyas estructuras dan un toque único a la moderna ciudad.

De acuerdo con el portal Montenegro.travel, hay un lugar turístico para todo tipo de persona. Para los aventureros está Tara Canyon, conocido como “La lagrima de Europa” por ser el más grande del continente. Es una mezcla entre adrenalina y naturaleza. 

El puente para llegar a Tara se encuentra en la lista de los veinte más hermoso de todo el mundo, según “visit-montenegro.com”.

Los habitantes dicen que si vas a Montenegro y no visitas una de sus montañas pues simplemente no has ido.

Otro de los sitios para escapar de los altos edificios y el ruido de la capital son las montañas de Prokletijel, descritas por “Montenegro.travel” como las puertas de un tesoro ecológico.

El idioma de esta república parlamentaria es el montenegrino, aunque también se habla el serbio, bosnio, croata y albanés.

La gastronomía está influenciada en Italia y Turquía, según el portal turismo “vermontenegro”.

Los platos típicos son Kacamak, Japraci, Brav u Mlijeku, Popeci y Cufte. La mayor parte de estos son carnes de diferentes tipos.

En “visit-montenegro.com” se indica que para entrar a Montenegro se necesita una visa Schengen, una visa de los Estados Unidos de América o un permiso especial.