El sonido desesperante de las ambulancias se une a las características de las calles de Santo Domingo en com­pañía de los tapones y las temperaturas calurosas que imperan en la ciudad.

Los centros médicos ya no son los mismos. Los prin­cipales hospitales habilita­dos para tratar pacientes con coronavirus se notan agitados cada día más.

En el Hospital Moscoso Puello, por ejemplo, los al­rededores de la emergencia permanecían con decenas de personas que portaban mascarillas, y aunque se desconoce el motivo por qué estaban allí su cara de angustia dejaba mucho que decir.

En un intervalo de diez minutos se estacionaron en la emergencia del hospital dos ambulancias con per­sonas en su interior. De una de ellas desmontaron a una mujer embaraza a la cual le suministraban oxígeno mientras la trasladaban. La joven aparentaba de aproxi­madamente 35 años de edad.

Mientras, que la segun­da llevó a un señor, el cual se notaba aquejado, aunque aparentemente no estaba grave. Por otro lado, en las inmediaciones de la Clíni­ca Cruz Jiminián la circula­ción de personas era mayor y la zona habilitada para Covid-19 estaba repleta de pacientes con sospechas del virus en espera para ser atendidos.