Golpe pandémico del Covid-19 a la aviación civil
Opinionsur.net,
- Por: OPINIONSURSUR -
Artículo: Golpe pandémico del Covid-19 a la aviación civil
En enero de este año nadie imaginó que por primera vez en su poco más de un siglo de historia, la aviación civil y el transporte aéreo de pasajeros sufriría la más seria y difícil crisis registrada en sus anales, cuando los cerca de 25 mil aviones que integran la flota aérea mundial se vieron forzados a aterrizar de forma abrupta, al tiempo de quedar conminados a permanecer por varios meses estacionados en tierra, por la expansión de la pandemia del coronavirus o COVID-19.
Todos sabemos que en su lucha por contener el avance de la pandemia, la mayoría de los países del mundo -el 96%, para ser más preciso- cerraron sus fronteras aéreas a los vuelos comerciales, hecho que se tradujo en el más duro golpe infligido a una industria aérea consolidada como principal vía de interconexión y pilar fundamental de la economía global, que tan solo en el año 2018 transportó unos 4,400 millones de pasajeros a través de unos 38 millones de vuelos por los distintos puntos de la geografía planetaria.
Trasladándonos al plano local, nuestro país, con su alto desempeño turístico y excelentes niveles de conectividad aérea, ha tenido que gestionar con cierta destreza la crisis pandémica de efecto multidimensional. No obstante, el panorama en medio de la batalla, tanto para la actividad aeronáutica como para la turística, resulta poco halagüeño.
Luego de tener un crecimiento continuo promedio de un 5% anual en las operaciones aéreas durante la última década, alcanzar la condición de principal destino turístico del Caribe y estar reconocido entre los primeros en el mundo; con un aporte de alrededor del 4% al producto interno bruto nacional, en la situación actual, las proyecciones en cuanto a la recuperación del tráfico aéreo hacia el país, en cualquier escenario estimado, se quedan muy por debajo de las expectativas habituales, lo que seguramente afectará la cadena de valor del turismo, no sólo directo -en pasajes aéreos, reservas de hoteles, renta de vehículos y consumo de productos agrícolas nativos-; sino también indirectamente a la gran cantidad de negocios que se benefician del mismo, como bares, restaurantes, mercados, tiendas, discotecas, cines, etc.
Retornar la aviación civil y el transporte aéreo a los parámetros pre-pandémicos será un proceso gradual que requerirá de un extraordinario esfuerzo colectivo de todos los actores que componen el sistema aeronáutico nacional e internacional guiados por un espíritu de colaboración y comunicación continua, a fin de lograr los consensos necesarios respecto a las medidas y protocolos que se implementan para devolverle la confianza al público viajero y garantizarle que al abordar los aviones, no corran riesgo de contagio.
El transporte aéreo comercial debe ir asumiendo las medidas y los protocolos que garanticen de forma efectiva, que mientras no aparezca la vacuna, por su intermedio no habrá contagio, ni propagación del COVID-19.
Y si bien es cierto que grandes esfuerzos se concentran en el cambio de las costumbres sociales, para la aviación se suma una arista vital que muchas veces se deja de lado: la seguridad operacional. Luego de que alrededor del 98% de la flotilla mundial de aeronaves tuvo que permanecer en tierra, es preciso poner especial atención a los procedimientos a efectuar al momento de ir alzando el vuelo, para garantizar que el transporte aéreo mantenga su principal valor, que es su categoría del medio más seguro.
En la República Dominicana, de forma proactiva, hemos tomado las medidas necesarias para garantizar el apoyo de la aviación civil a la cadena de suministros, los vuelos médicos, humanitarios y de repatriación de ciudadanos; así como el cumplimiento de las medidas emanadas de la Comisión de Alto Nivel para la Prevención y Control del Coronavirus.
Por eso, a pesar del impacto negativo que ha tenido el COVID-19 en la aviación global, estamos seguros de que sabremos calibrar nuestras fortalezas y oportunidades, y superar el serio desafío que implica la recuperación de este golpe pandémico sin precedentes, aprendiendo las lecciones de esta dramática etapa, que será, sin lugar a quizás, una gran motivación para que siga el trabajo por una aviación innovadora y pujante que rompa esquemas y se reinvente con más fe después de la tormenta.