Desde hace meses entre la población y generadores de opinión pública existe la per­cepción de que no hay una política coordinada de ac­ción entre los actores guber­namentales que manejan la respuesta nacional frente a la epidemia del COVID-19, ya que cada vez con más fre­cuencia se emiten opiniones encontradas.

No es raro ver que el mi­nistro de Salud Pública, Ra­fael Sánchez Cárdenas, al frente de la institución recto­ra del sistema de salud, hace recomendaciones o informa de acciones a ejecutarse, pero en horas de la noche el minis­tro Gustavo Montalvo, quien encabeza la Comisión de Alto Nivel creada por el Gobierno frente al COVID, anuncie algo distinto.

Como ejemplo están las re­comendaciones de cuarente­na, cierres epidemiológicos o toques de queda, entre otros.

Fricciones similares se han observado también entre de­claraciones del doctor Sán­chez Cárdenas y la dirección del Comité de Emergencia y Gestión Sanitaria que encabe­za el doctor Alejandro Báez, quien en ocasiones se ha refe­rido incluso el daño que ha­ce la burocracia en situaciones de emergencias sanitarias.

Caso hospital

A este ambiente de contra­dicciones no escapa tampo­co el Servicio Nacional de Salud (SNS) donde en va­rias ocasiones este organis­mo ofrece o confirma datos, que luego no son del todo acogidos por la autoridad sanitaria.

El último caso se registró es­ta semana entorno a mues­tras positivas detectadas en el hospital provincial de Nagua. Sobre la habilita­ción de camas hospitalarias también se ha dejado ver cierta diferencia de infor­maciones.

Con la OPS

Aunque a inicios de la pan­demia, la representación lo­cal de la Organización Pana­mericana de la Salud (OPS) estuvo muy de cerca con las autoridades sanitarias tra­bajando los temas de CO­VID-19, en los últimos meses se ha notado la ausencia del organismo incluso en las re­uniones que realiza la Comi­sión de Alto Nivel en el Pala­cio Nacional.

Consultado ayer al respec­to, Sánchez Cárdenas, quien desde hace 138 días ofrece un informe oficial sobre el com­portamiento de la epidemia, destacó las relaciones armo­niosas de trabajo e incluso de amistad que mantiene con la doctora Alma Morales, re­presentante de la OPS, quien próximamente termina su mi­sión en el país para dirigirse a Bolivia.