Durante el fin de semana en las redes sociales el cla­mor de #Nomástoquede­queda se hizo tendencia con varias personas exi­giendo al Poder Ejecutivo la eliminación de la dispo­sición gubernamental, ya que entienden que la me­dida está desfasada y la ocasión lo amerita.

El toque de queda fue iniciado por el expresiden­te Danilo Medina y conti­nuado por el actual man­datario Luis Abinader, como una de las medidas tomadas para intentar controlar la expansión del Covid-19.

No obstante, luego de más de casi 6 meses en los cuales se ha ido alar­gando el Estado de Emer­gencia y por ende el toque de queda, las personas se muestran cansadas de es­ta medida, expresando su repudio en las redes socia­les.

“No es justo! Fui a la playa con mi familia y tu­vimos que salir a las 2:00, para evitar el tapón y con miedo a que nos agarre el #ToqueDeQueda #No­MásToqueDeQueda”, era uno de los reclamos que se escribían en las redes, los cuales usualmente eran acompañados de una fo­tografía con fondo ama­rillo y letras negras con el mismo mensaje.

Los hechos violentos su­cedidos en el fin de sema­na dejaron al menos cinco personas muertas mientras el horario del toque de que­da se encontraba vigente, incluyendo uno de ellos a manos de las autoridades.

 Uno de ellos ocurrió alre­dedor de las 5:40 de la tar­de del domingo cuando un hombre resultó muerto a causa de un disparo que le hizo un miembro del Ejérci­to Nacional, durante la jor­nada del toque de queda, al no atender el llamado de detenerse en dos retenes.

De acuerdo con el infor­me de la Policía Nacional, el hecho ocurrió cuando la víctima, identificada como Gilberto Jiménez Monte­ro, de 29 años de edad, fue mandado a detener por las autoridades y este hizo ca­so omiso. Al tampoco dete­nerse en el siguiente retén a pesar del llamado, los mili­tares accionaron para su de­tención y fue en el instan­te en que el miembro del Ejército, asignado a Ciudad Tranquila (Ciutran), realizó el disparo impactándolo en el costado izquierdo.

El vocero de la Policía Nacional, Frank Félix Du­rán Mejía, expresó a LISTÍN DIARIO que ya hay una co­misión a cargo de investi­gar el hecho y que el caso ya ha sido apoderado por el Ministerio Público. Los miembros de la patrulla se encuentran detenidos en el Ministerio de Defensa.

Durán Mejía explicó que al momento de recibir el disparo, Jiménez Monte­ro se encontraba junto a un menor de edad que sufrió

 varios raspones producto de la caída de la motocicle­ta. El vocero policial agregó que Jiménez Montero y el menor de edad se desplaza­ban en una motocicleta co­lor azul sin placa. La víctima no poseía registros policia­les, aunque residentes de la zona aseguran que este ya había participado en varios asaltos.

El hecho ocurrió en la ca­lle Federico Bermúdez es­quina 13 del sector Mejora­miento Social, en el Distrito Nacional.

Familiares del fallecido, quien residía en la cañada de Bonavides, en La Cié­naga, afirman que este fue miembro del Ejército du­rante un tiempo, pero que debido a problemas en una pierna pidió su baja.

En otro hecho ocurrido la noche del domingo un agente de seguridad mató a otros dos colegas y a un in­geniero agrónomo, hecho ocurrido en la compañía ta­baquera donde trabajaban en la comunidad Caribe del municipio de Bonao, pro­vincia Monseñor Nouel.

El homicida fue identi­ficado como Alan Pascual, de 42 años; y las víctimas como Manuel Arismendy García, de 58 años; Freddy Antonio Aquino de 63; y el agrónomo de nacionalidad nicaragüense José Alberto Martínez, de 42 años.

 SEPA MÁS
Muerte de Quezada
El pasado viernes, en Las Caobas, fue muer­to de varios disparos Ruddy Antonio Queza­da, de 57 años, cuan­do compartía con varios amigos, quien supues­tamente habría recibido una indemnización de 14 millones de dólares.

El informe preliminar del caso indica que Que­zada estaba acompa­ñado de varios amigos, uno de ellos, de 36 años, quien fue herido de ba­la en su hombro izquier­do, cuando compartían frente al tanque acue­ducto de agua del sec­tor Las Caobas, donde se presentó Jonathan (El Chapa), junto a Carlos Alberto abordo de una motocicleta, portando una pistola, con la fina­lidad de despojarlos de sus pertenencias.