El culpable de nuestro descalabro
Opinionsur.net,
El país, a 14,538 kilómetros de Wuhan, donde surgió el virus, tiene ya 2,384 muertes y 160,386 contagiados
Llegó aquí este año, hace 194 días hoy, desde Wuhan, la ciudad más poblada en el centro de la República Popular China, siguiendo a Pesaro, de la Región Marcas en Italia, y de ahí a Higüey, en la provincia La Altagracia.
La pandemia de Covid-19 había aterrizado aquí, con su primer caso importado de la enfermedad, y desde ese día, 1 de marzo de 2020, empezó a sembrar el miedo, esparció pánico y horror, viajando todavía con su hedor a muerte.
Sus secuelas globales son aterradoras: Hasta el día de ayer, domingo 20 de diciembre, el mundo registró 1,676, 236 fallecimientos y 74,879,030 personas víctimas de contagios.
República Dominicana, a 14,538 kilómetros de Wuhan, donde se sitúa el origen de la pandemia, tiene asentado en su lista trágica a 2,384 muertes y 160,386 contagiados.
Pero ahora, por funestas y ocultas que parezcan otras cargas que afrontan el país, durante estos tiempos de pandemia, y mucho más allá, todos los males que graviten sobre República Dominicana tendrán un siniestro culpable: Covid-19.
Enormemente más pequeño que una partícula de polen, este virus volteó todo al revés, y ya se le atribuyen los males de la economía y sus problemas sociales, las fragilidades del sistema sanitario, la salud mental, las futuras dificultades para el recogimiento social… y hasta los fastidiosos taponamientos.
El país lucha por deshacerse de un virus que ha dejado a los pies de la nación serios problemas económicos y sociales, remeciendo las estructuras de su aparato productivo, bamboleando la estabilidad de sus recursos humanos, y apenas una salida para sobrevivir a esta tragedia: luchar o morir.
Esta es realidad hoy
Desde su primera aparición aquí, la enfermedad quebrantó la economía de la nación, despedazando la columna vertebral de sus ingresos en divisas, el turismo. Además, debilitó el cuello de la producción agropecuaria, forzó el cierre de negocios, mandó a las calles a miles de empleados y empujó a un odioso confinamiento de la población.
Pérdidas de miles de vidas, por un lado; un impacto económico profundo con secuelas visibles y otras en camino que llegará un día cualquiera.
Para el nuevo Gobierno, con cuatro meses y unos pocos días de gestión, la situación ha sido difícil, porque además de toparse con una sucesión de casos de corrupción por miles de millones de pesos en perjuicio del Estado, tendrá que manejar una triple crisis económica, sanitara y social.
Por eso, las autoridades tienen su atención dirigida a mantener los controles para evitar contagios de Covid, bajar las tasas de infección y mortalidad, aumentar la disponibilidad de camas en los centros, especialmente las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y los ventiladores.
Aunque la economía es factor primario de todo el armazón de la estructura social, el renglón sanitario se ha impuesto como centro de atención clave y decisivo para el arranque de la maquinaria económica y las operaciones marginales.
A su vez, mantiene la apertura de la actividad económica, sobre todo del turismo, haciendo énfasis en el protocolo y la vigilancia extrema, además de fortalecer las medidas de prevención en la población, como uso obligatorio de mascarillas y lavado de manos, y más énfasis en el toque de queda.
Sus planes son detectar, aislar, rastrear y tratar a los contagiados y sus contactos para controlar la propagación del virus; luego organizar y ejecutar un plan integral de estímulos para la recuperación y la reactivación del crecimiento económico.
Hay un desvelo de confianza en que estos planes, y el Gobierno ya se parapetó a fin de lograrlo, listo para arrancar en 2021 con un presupuesto de 1 billón, 94, 808 millones 402 mil pesos.
Las áreas de mayor prioridad para este período de crisis sanitaria, que cuadran con los planes gubernamentales de motivación y respaldo para lograr la recuperación y empuje de la reproducción de bienes y servicios locales, las exportaciones y ampliar el clima de confianza a fin de atraer inversiones y generar empleos están bien definidas y presupuestadas.
Ministerio de Educación
Así, el Ministerio de Educación se ha convertido en la institución pública con mayor porcentaje del Presupuesto, contemplado en RD$194,510,200,000.
De esta enorme cifra, más de 100, 000 millones de pesos fueron apartados para los servicios de educación a los estudiantes de primaria y secundaria que cursarán el próximo año lectivo bajo la modalidad virtual, por la pandemia del coronavirus.
Hay RD$13,514,416,923 orientados para los servicios técnicos pedagógicos, con destino a los profesores.
Salud Pública
A Educación le sigue el Ministerio de Salud Pública, con un presupuesto de 107,449 millones. De estos, RD$87,929,171,672 están marcados bajo el apartado de “administración de activos, pasivos y transferencias”.
Más de 7,000 millones serán utilizados para atender enfermedades de alto costo y provisión de medicamentos, insumos sanitarios y reactivos de laboratorio.
Presidencia de la República
La Presidencia de la República operará con RD$67,975,753,801. Estos serán divididos en tres vertientes: Ministerio de la Presidencia, Administrativo de la Presidencia y el Gabinete de las Políticas Sociales.
Este gabinete será recipiente de más de 35,000 millones, con 27, 687 millones de estos destinados a la protección social.
Obras Públicas
Al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) le fueron asignados 48,788 millones de pesos. De esa cantidad, más de 9,000 millones irán para el desarrollo de la infraestructura física de calles y avenidas, acceso adecuado del servicio de transporte, mantenimiento, seguridad y asistencia vial.
Interior y Policía
El próximo año, el Ministerio de Interior y Policía recibirá 43,276 millones de pesos, comprendido entre ese ente y la Policía Nacional.
El cuerpo policial recibirá más de 18 mil millones de pesos, con la mayor parte de ese monto orientado a servicios de seguridad ciudadana y orden público.
Aumentos y reajustes
De este presupuesto 2021, el director general de Presupuesto, José Rijo Presbot, llegó a afirmar que seis ministerios experimentaron un incremento en sus asignaciones con relación al de 2020, y los 16 restantes tuvieron una reducción de gastos vinculados en igual período.
¿Qué se propone el Gobierno?
El Gobierno del presidente Luis Abinader tiene un programa de políticas públicas para eliminar la corrupción y la impunidad, e intenta concertar un acuerdo para una reforma fiscal integral para estimular la inversión, priorizar los mercados y el comercio y sostener una administración pública eficiente.
También, atraer la inversión extranjera directa y así combinar el control del coronavirus, la activación económica, generación de empleos y cambios en el modelo de desarrollo para transformar la calidad de vida del pueblo.Y basa su estrategia en mejorar la calidad del gasto, cuidando las finanzas y los niveles de deuda pública, fortaleciendo la capacidad de fiscalización del Congreso Nacional y de la Cámara de Cuentas.
Otra intención es proveer servicios públicos para eliminar el incentivo a la informalidad, la evasión y la elusión de impuestos, pretendiendo estimular la inversión, la producción, la competitividad y el bienestar social.
A esto le agrega, como complemento de su estrategia, continuar el programa masivo para detectar, aislar, rastrear y tratar a los contagiados y sus contactos para controlar la propagación del virus, y luego organizar y ejecutar un plan integral de estímulos para la recuperación y la reactivación del crecimiento económico.
Problemas sociales
El desempleo, el paro de la producción y la suspensión del trabajo por la crisis sanitaria ha agotado la existencia de recursos y continúan las deudas de los trabajadores, mientras las empresas han reducido su capital de reserva y la capacidad de invertir.
A resolver estos problemas de carácter social tendrá que empelarse a fondo el gobierno de Luis Abinader durante buen tiempo.
Perspectiva
Mucho optimismo.
En medio de la pandemia, el Banco Central presenta perspectivas optimistas para el tiempo por venir.
Y expone factores como la mejoría en el mercado laboral de Estados Unidos, los aumentos en los ingresos por remesas, que aumentaron de forma interanual en 17.9 % durante el mes de mayo, revirtiendo la tendencia negativa de los meses de marzo y abril.
Solo en mayo, en el tercer mes de pandemia, los dominicanos de la diáspora enviaron US$ 638.7 millones, casi el doble de las remesas recibidas en abril, acumulándose unos US$2,737 millones durante los primeros cinco meses del año.
Y en adición a esto, muchas empresas de zonas francas reiniciaron sus operaciones, lo cual favorecerá al mercado cambiario y al empleo, e igual contribuirá la inversión extranjera directa con la reactivación de proyectos de construcción en el área hotelera.
La confianza para este venidero 2021 es que estos elementos del sector externo, junto al dinamismo del crédito privado, contribuirán a que la economía dominicana retorne en el corto plazo a los niveles de expansión registrados previo a la pandemia.