La Ecológica sigue siendo una avenida peligrosa
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Ciudadanos exponen temores y peligros
“Esto está muy peligroso”, fue la respuesta de Julio Sánchez, un habitual usuario de la Avenida Ecológica en Santo Domingo Este, que ha sido apodada la “avenida de la muerte” por los transeúntes que la recorren a diario.
La avenida Ecológica es una de las obras viales más importante realizada en Santo Domingo Este, pues es la solución al gran caos vehicular que se registra en la zona por la gran cantidad de vehículos que transitan por el lugar ocasionando taponamientos.
“Yo tengo que pasar por aquí todos los días porque es más rápido por aquí, pero estuve a punto de chocar el otro día porque es que se meten de repente los carros que vienen del otro lado”, asegura Sánchez.
Apenas han pasado cuatro meses desde que el expresidente Danilo Medina, a cinco días de salir del poder, la dejó habilitada para su uso, pero este viaducto no está del todo terminado, ya que le hacen falta “detalles” que ponen cada día en peligro la vida de sus usuarios.
La falta de barandas es uno de los principales problemas que enfrenta la transitada avenida de seis carriles, ya que esto es aprovechado por los conductores para pasar de un extremo a otro y hasta conducir en vía contraria sin medir las consecuencias.
Específicamente desde la calle Proyecto 8 y la calle Progreso, ubicadas en dirección oeste-este al cruzar el elevado de la avenida Charles de Gaulle que conecta con la Ecológica, los conductores se desplazan en vía contraria por lo carriles del medio que, según el proyecto, serán utilizados en un futuro para instalar un sistema de transporte de autobuses rápido VRT, que transitará por el medio de la vía, pero mientras todavía ese sistema no está funcionando, los accidentes quedan a la orden del día por la referida vía.
Estos conductores que se desplazan por este espacio tienen como objetivo cruzar para el otro extremo de la vía, mientras otros hacen maniobras temerarias para cruzar a la calle Grosella, ubicada en dirección este-oeste, haciendo que los vehículos que se desplazan en esa dirección tengan que detenerse de forma repentina para cederles el paso.
Aunque la avenida que recorre 10 kilómetros desde la Charles de Gaulle hasta la Ciudad Juan Bosch cuenta con tres retornos, por la falta de barandas en la mayor parte de la autopista los conductores aprovechan para cruzar por el medio, lo que ha provocado varios accidentes con personas fallecidas.
Otro de los problemas al que se enfrentan los conductores es el cúmulo de agua cuando llueve, la falta de filtrantes ocasiona grandes charcos de agua que dificultan el tránsito por el lugar.
Gran parte de la referida vía esta iluminada, pero el trayecto desde el puente que pasa por la avenida Hípica hasta la Ciudad Juan Bosch carece de iluminación, lo que convierte ese trayecto en vulnerable para los transeúntes ya que muchos han sido víctima de asaltos y la falta de visibilidad representa un peligro.
Ana Mejía cuenta a Listín Diario que tres veces por semana sale con un grupo de amigos a montar bicicleta y que con frecuencia ellos y otros ciclistas han sido víctimas de asaltos.