"El planeta es nuestro único hogar común.”

Lo dijo el Presidente Xi Jinping el 12 de diciembre, en un importante discurso pronunciado en la Cumbre de Ambición Climática, donde anunció una serie de nuevas medidas de contribuciones determinadas a nivel nacional:

Para 2030, la emisión china de CO2 por unidad del PIB reducirá en más del 65% respecto a 2005, las energías no fósiles rondarán el 25% del consumo de energía primaria, las existencias forestales se incrementarán en 6 mil millones de metros cúbicos respecto a 2005, y el total de la capacidad instalada de energía eólica y solar superará a los 1200 millones de kilovatios.

Cabe mencionar que el 22 de septiembre de este año, el presidente Xi anunció dos ambiciosos objetivos en la Asamblea General de la ONU: se esforzará por alcanzar el pico de emisiones de dióxido de carbono para 2030 y lograr la neutralidad de carbono para 2060.

Las reducciones de gran escala de emisiones significan enormes sacrificios en el crecimiento económico y otros aspectos. Sin embargo,  tenemos razones para creer que China cumplirá sus promesas: Primero, como señaló el Presidente Xi, China siempre honra sus palabras. Segundo, promover una transformación ecológica integral del desarrollo económico y social es un requisito inevitable para que China entre en una nueva etapa de desarrollo, implemente nuevos conceptos de desarrollo y promueva un desarrollo de alta calidad. En tercer lugar, el país cuenta con la base y las experiencias para implementar las contribuciones mencionadas.

China ya alcanzó los objetivos de acción climática para 2020 con anticipación y superación. La proporción de energía no fósil en el consumo total de energía de China ha aumentado al 15,3%. La capacidad instalada de energía renovable ha representado el 30% del total mundial, lo que representa el 44% del aumento global, y el número de vehículos ecológicos ha representado más de la mitad del mundo. Desde 2000, una cuarta parte de las nuevas áreas verdes a nivel mundial ha sido aportada por el territorio chino.

La Cumbre de Ambición Climática fue convocada por las Naciones Unidas y los países relevantes para conmemorar el quinto aniversario del Acuerdo de París. En su discurso, el Presidente Xi también instó a todos los países a renovar su unión, ambición y confianza para dar inicio a una nueva expedición de respuesta global al cambio climático.

Actualmente, se está acelerando el cambio de la configuración internacional, y la pandemia de COVID-19 nos llama a reflexionar a fondo sobre la relación entre la humanidad y la naturaleza, y prestar mayor atención al futuro de la gobernanza climática global. Esto nos brinda nuevas oportunidades para construir conjuntamente un mundo limpio y hermoso y una comunidad de destino compartido por la humanidad.

Para tal fin, la parte china sostiene que los diversos países deben dar apoyo al Acuerdo de París para aportar mayores contribuciones en respuesta al cambio climático. Es imprescindible seguir el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, hacer el mayor de los esfuerzos en función de nuestras respectivas realidades nacionales y capacidades. Mientras tanto, los países desarrollados tienen que aumentar el apoyo efectivo a las naciones en desarrollo en lo relativo a capital, tecnologías y construcción de capacidades. Las aguas cristalinas y montañas verdes son tan valiosas como montañas de oro y plata. Necesitamos fomentar un modo de vida y producción verde y de bajo carbono, para buscar nuevas oportunidades y fuerza motriz por medio del desarrollo verde.

Embajador de China en República Dominicana