La ampliación del toque de queda en los últimos dos fines de semana obligó a las Iglesias, tanto Católica como evangélicas, a adoptar cambios en su programación de oficios religiosos en los distintos templos de esta ciudad de Santiago.

Las celebraciones litúrgicas  a partir del mediodía de sábado y domingo quedaron clausuradas y en muchos casos son realizadas en horas de la mañana, aunque con una asistencia menor de feligreses, debido a que es horario laborable.

Los domingos en las distintas parroquias se realizan misas que no terminen después de las once de la mañana, para darles oportunidad a los fieles que puedan regresar a sus hogares, antes de la entrada del toque de queda.

Pero esta situación de toque de queda desde el mediodía, no solamente afecta las misas y cultos en general, sino que en mayor medida han trastornado las actividades de los movimientos apostólicos de la Iglesia Católica que son una gran cantidad a los que se le dificulta hacer sus encuentros.

Los tres templos principales del Centro Histórico de Santiago, la Catedral Santiago Apóstol, la Altagracia y San Antonio, modificaron los horarios de misas al igual que en los barrios y urbanizaciones de la ciudad.

Igual situación se observa en los templos de las diversas congregaciones protestantes, como Adventistas, Pentecostales, Metodistas, Testigos de Jehová, Mormones  y otras.