Entre la sobriedad y el a veces abrumador silencio que caracteriza a los cementerios, se filtran algunas tumbas que han llenado de color y mensajes vistosos el panorama gris y de tonos suaves que se solía apreciar en cualquier dirección dentro de los camposantos del país.

“Vivirás en los versos de cada canción y llenarás de melodía nuestro corazón”, reza una frase escrita sobre la pared de uno de los panteones en el Cementerio Cristo Redentor.

A la corta pero significativa expresión, le acompaña la imagen de una tambora con los colores de la Bandera Nacional y una gu¨ira, sobre un fondo azul que simboliza el cielo.

Pero este no es el único caso, la creatividad de los familiares que han encontrado en los murales y pinturas coloridas una forma de recordar a los seres queridos que despidieron frente a una bóveda sin color que lo único que les inspiraba era tristeza, se ha extrapolado hasta el fanatismo deportivo de esos parientes físicamente ausentes. La palabra “aguilucho” y un águila con las alas abiertas indican el lugar de reposo de un simpatizante del equipo de béisbol Águilas del Cibao, que llevó su fanatismo hasta su última morada.

No muy lejos del sepulcro con el referido mural, dos palabras colocadas en una pieza de cerámica, debajo de la lápida, señalaban un comprometedor mensaje.

“Te copiate”, decía el texto, sin ninguna otra explicación.

Los colores del cementerio
Otra de las particularidades que ya comienzan a hacerse comunes entre los panteones de los cementerios es el aumento en la intensidad de los colores de pintura que eligen los familiares de los fallecidos para dar mantenimiento a las tumbas.

De un azul cielo, crema, blanco o gris han pasado al azul medio, amarillo “pollito”, rosado fucsia y hasta rojo.

Ignacio Lora, quien se dedica a pintar nichos desde hace más de 22 años, explicó que desde hace algunos años los tonos de las pinturas que le solicitan han cambiado.

“Antes eran siempre los mismos colores, pero sí, ahora como que hay más variedad y piden colores más vivos”, detalló Lora.