RED Veedores demanda transparencia en la gestión pública del municipio

La Red Veedores Sociales de San Cristobal demandó mayor transparencia en el manejo de los fondos públicos, así como mayor atención a las problemáticas que afec
tan a ese municipio. La información está contenida en el Informe de Monitoreo y Veeduría Social, realizado por dicha entidad y que recoge las incidencias, situaciones y eventos importantes que impactaron al Municipio de San Cristobal en el año 2021 hasta abril 2022.

Entre las situaciones más destacas que llaman la atención de dicha organización, identifican:

• La falta de un Plan de Desarrollo Municipal que defina las líneas estratégicas para el desarrollo del municipio en la presente gestión municipal y que los presupuestos anuales de este Ayuntamiento estén soportados con Planes Operativos Anuales (POA), pues hasta el momento la entidad edilicia carece de ambos. 

• Destacan también el hermetismo en el manejo de las licitaciones y contrataciones que realiza el Ayuntamiento para la contratación de obras y servicios, demandado la participación de alguna entidad de la sociedad civil en dichos procesos. 

• La necesidad de que mejore el suministro de información a través de la Oficina de Libre Acceso a la información, ya que aún registra grandes retrasos para la entrega de las mismas.

• También demanda mayor fiscalización del Concejo de Regidores en lo referente a las inversiones y calidad de los servicios municipales.

• Plantean la necesidad de convertir el Presupuesto Participativo Municipal en un instrumento de desarrollo que garantice la participación real de las comunidades, así como una mayor asignación presupuestaria, pues en la actualidad esta asignación ronda el 10% del presupuesto general del ayuntamiento para una población con más de 200 barrios y comunidades rurales.

• Demandan los veedores que el Ayuntamiento explique en que se están usando los fondos del 4% destinado al componente: Género, Salud y Educación. Pues en la actualidad, con estos fondos se pagan las becas, ayudas y donaciones, premios y eventos generales, violando el objetivo que lo que fue creado este componente.

El colectivo cuestiona que el Ayuntamiento haya delegado su responsabilidad como entidad administradora y fiscalizadora en el servicio de recogida de basura en su papel de educación ciudadana, organización y planificación.  

Asimismo observa que el Ayuntamiento ha sido poco previsor en acondicionar adecuadamente el acceso al vertedero municipal para los tiempos de lluvia, ocasionando grandes entaponamientos para su acceso, provocando que no se pueda recoger la basura para llevarla a su destino final y propiciando que se creen cientos de vertederos improvisados en toda la ciudad.

Llama la atención sobre la necesidad de resolver la anarquía del mercado municipal, ya que ahí hay un desorden descomunal tanto en el aspecto de la higiene, como del tránsito vehicular y peatonal, amén de la suciedad y el mal olor generado por los negocios improvisados de comidas, desperdicios, etc.

También se refiere el informe de veeduría, a la anarquía del tránsito tanto vehicular como peatonal, lo cual se agudiza, debido a la falta de parqueo, el uso de las aceras por el estacionamiento de vehículos, así como por la cantidad de negocios improvisados que ocupan las aceras y la gran cantidad de hoyos en los contenes, los cuales representan un gran peligro. 

En ese mismo orden lamentan que la DIGESET no asuma su papel de organización del tránsito, pues la misma se ha convertido en una agencia recaudadora, apresando motoristas. 

Entre otros aspectos también se refieren la necesidad de que el ayuntamiento regule el acelerado e incontenible crecimiento de la ciudad. Y que asuma su responsabilidad para recuperar las áreas verdes e institucionales que deben dejar las urbanizaciones. Lo mismo que las áreas de espacio público ocupadas por particulares en todo el casco urbano.

El informe recoge también otras problemáticas como: la caótica situación del medio ambiente, la remodelación del matadero municipal, a la construcción del nuevo cementerio, a la contaminación Sónica que tiene a la ciudadanía al bolar, a la falta y precariedad de instalaciones deportivas, las limitadas condiciones en que operan las UNAPs, entre otros aspectos no menos importantes.